sábado, 17 de noviembre de 2012

EDUCACIÓN VIAL EN NIÑOS MENORES DE 6 AÑOS


En la vida moderna, todos quedamos inmersos dentro del quehacer cotidiano; nuestro trabajo, nuestras preocupaciones, las obligaciones, etc., todo eso conforma nuestro propio mundo, en el cual pocas ocasiones nos quedan tiempo para reflexionar acerca de la importancia que puede tener la Educación Vial, más aun para nuestras niñas y niños menores de 6 años, pues en estas edades harán uso de las vías públicas como peatones o viajeros acompañados, intentando fomentar actitudes de conciencia ciudadana y desarrollar hábitos encaminados a la creación del sentido vial, siendo prioritario el desarrollo de hábitos de observación visual, auditivo y psicomotrices, relacionados con la noción espacial, junto con las necesidades de que los niños y niñas conozcan ciertas normas que regulan el orden social. Pero pese a esto muchas de las personas no dan importancia a la educación vial, este tema pasa desapercibido para ellos,  hasta que perciben un accidente de tránsito, el cual en muchas ocasiones causa luto y tristeza, es entonces donde se lamenta no haber profundizado este tema.
En este sentido, para empezar a describir el problema es preciso conocer el concepto de Educación Vial, según Muray (2004:4) la educación Vial “es un conjunto de normas, principios y acciones tendientes a desarrollar en la persona, en particular y en la comunidad en general, sus aptitudes para actuar racional y responsablemente en el uso de las vías y los medios de transporte, al participar en la circulación vial (…)”. En este sentido se puede decir que se asume la educación vial  como: el conocimiento por parte de los ciudadanos y ciudadanas de las normas y señales que regulan la circulación de vehículos y personas, por las calzadas (pistas) y aceras (veredas), así como la adquisición de valores, hábitos y actitudes que nos permitan dar una respuesta segura en las distintas situaciones de tránsito en las que nos vemos inmersos, sea como peatones, pasajeros o conductores.de alguna u otra forma la educación vial, el mejor camino para la formación de una conciencia vial. Por otro lado “la Educación Vial es parte de la Educación Social, siendo una eficaz base de actuación ciudadana, dado que trata de crear hábitos y actitudes positivas de convivencia, de calidad de vida, calidad medioambiental y la seguridad vial.” (Isoba,2005: 2), entonces la falta de educación vial es un problema de salud pública, estableciéndose en este  la falta de valores viales, algo que constituye con la falta de conocimiento de normas y señales de circulación, en si un gran mal para la sociedad.
En definitiva, la Educación Vial incidirá en que los niños de hoy sean más seguros como peatones y usuarios de vehículos, pero también en que en su futuro como conductores contemplen de una manera natural la importancia de realizar una conducción segura y que sepan que ésta va a depender fundamentalmente de sus propias decisiones. De ahí la importancia de impartir estos conocimientos en los niños menores de 6  años.
Debemos considerar que la educación vial no solo es tarea de la escuela, sino también es responsabilidad de toda la comunidad y sobre todo de los padres de familia pues son ellos los más interesados en que sus hijos reciban y practiquen las normas de seguridad vial, para así evitar los trágicos accidentes viales. Esto solo será posible si todos participamos activamente de la Educación vial de nuestras niñas y niños menores de 6 años. Con la educación vial los primeros beneficiados seremos nosotros y no solo eso, sino también obtendremos la tranquilidad de nuestra familia. Pensemos en lo que puede llegar a ocurrir al no prevenir una situación tan simple como es el respetar la indicación de alto de un semáforo, las consecuencias pueden ser fatales, ante un accidente no queda más que aceptar lo sucedido y la interrogante de que este se pudo evitar.
Gracias a la educación Vial, nuestros niñas  y niños menores de 6 años pueden cruzar la calle por el paso de peatones o a esperar el semáforo a que se ponga en rojo antes de poner un pie en la calzada, no sólo se está realizando una apuesta al futuro, se está contribuyendo a que no ponga su vida en riesgo hoy. Y, además, se facilita la interiorización de unas normas, comportamientos y actitudes que le serán de gran ayuda más adelante, sea cual sea el rol que, en lo referente al tráfico y la seguridad vial, adopte en cada momento.
Por eso es fundamental la educación y, en este caso, la educación vial, no como disciplina aislada, sino como una parte importante de la educación integral a que toda persona tiene derecho.
“Trabajar en educación vial es, sin duda, apostar por la vida.”